Vamos a dejar de lado por un momento a Batman y pseudo versiones raras del mismo para hablar de dos de mis historias favoritas de Superman. Superman en mi opinión tiene unas 5 obras fundamentales para entender al personaje. Por un lado tenemos All-Star Superman de Grant Morrison, por otro Las Cuatro Estaciones de Loeb, Superman: Origen Secreto de Johns y para acabar, las que son mis favoritas, ¿Qué le sucedió al hombre del mañana? Y Para el Hombre que lo tiene todo, ambas escritas por Moore.
Alan Moore es probablemente el autor más influyente en la historia del genero mainstream de superhéroes, revolucionando y cambiando el género. En su historial, como bien sabemos, encontramos series tan perfectas como Watchmen, V de Vendetta o toda su etapa en la Cosa del Pantano. Pues bien, en los 80 se encargaría en apenas 100 páginas, de darnos un retrato perfecto de Superman y toda su mitología, demostrando en todas estas historias, el gran conocimiento que tenía sobre el personaje.
El tomo incluye otra historia de Superman, pero es que me voy a limitar a comentar las dos restantes porque en mi opinión son las más relevantes.
Por un lado vamos de hablar de mi favorita, la creada por Moore y Gibbons, casualmente el mismo equipo creativo de Watchmen.
Para el hombre que lo tenía todo es una historia que nos muestra qué habría pasado si Krypton no hubiera sido destruida, dándonos a un Kal-El que creció en este planeta y formó una encantadora familia. Pero, ¿Cómo afecta esto a la mitología de Superman? Pues mostrándonos elementos de Krypton y dándonos un desarrollo de la vida de personajes que tradicionalmente acababan en los orígenes del personaje, como el de su padre Jor-El, que es un anciano con mucha oposición popular, ya que cuando aseguraba que Krypton iba a ser destruido, este quedó como un viejo científico loco.
A pesar de que esta premisa puede ser muy interesante nos encontramos con que esta vida idílica para Kal, se empieza a tornar cuando descubrimos, que éste está siendo víctima en el mundo real, donde es Superman, por una planta llamada Black Mercy, que le hace estar en estado de coma y le provoca esa ilusión de realidad. Por suerte, resulta que Batman, Robin y Wonder Woman estaban en la fortaleza de la soledad (lugar donde se encuentra en coma Superman) para celebrar el cumpleaños del hombre de acero. Al descubrir esto, nuestros héroes intentarán ayudar a Clark, pero no todo es tan
fácil, ya que a esta historia se suma Mongul, clásico villano de Superman que viene a realizar una de las atrocidades más retorcidas, darle todo a una persona, esperanza, amor, felicidad, para después quitárselo todo de cuajo.
No voy a comentar como esto acaba, pero sin entrar mucho en detalles, Moore escribe al Superman más desatado que haya visto en un cómic (y con motivos).
Por otro lado tenemos la historia de ¿Qué le sucedió al hombre del mañana? Cuya intención por la editorial de DC era de darle un hipotético final al Superman de precrisis.
En esta historia tenemos a un periodista entrevistando a Lois Lane, la cual le narra cómo vivió el último día de Superman, ya que éste, en ese presente, desapareció hace muchos años, presuntamente muerto. Esta historia es todo un repaso por la mitología del personaje, desde la aparición de Bizarro, como un breve cameo de Krypto y un enfrentamiento entre Braniac y Lex Luthor.
Este último día tiene la siguiente premisa, Superman ha perdido su identidad secreta y todos sus seres queridos son amenazados por su más terribles villanos, así que decide llevarlos a todos a la Fortaleza de la Soledad para intentar protegerlos. No voy a hacer más spoilers porque es de recomendable lectura, pero si Moore hablaba en la anterior obra sobre la felicidad, esta es una oda al heroísmo superheroico y una carta de amor al personaje de Superman en toda regla.