Reseña de Batman Saga #4. El guante negro

por Juan Carlos García | 13 de diciembre de 2019
Morrison, Grant, el señor que cree en la magia del caos y tiene bajo su mano unas obras que a día de hoy solo entiende él y que por algún motivo, siguen siendo un éxito de ventas y de los más interesantes del mercado.

Este autor es considerado como uno de los mejores guionistas de la editorial DC, que empezó desde muy joven con la idea de ser guionista y dibujante de las historietas. Esto no va a ser una biografía del autor así que me limitaré a decir que tras varios éxitos en series como Animal Man (su primer trabajo para DC) o la Patrulla Condenada, le dieron la oportunidad de revitalizar en los 90 la franquicia del grupo más importante de DC, la JLA. Historias sin lugar a dudas extrañas, que nos daban movida superheroica pero con villanos cuyos orígenes o motivaciones son de todo menos coherentes o típicas. No contento con convertirse en uno de los mejores autores de DC, este tuvo la oportunidad de guionizar al más grande de sus héroes, Batman. Y claro, es Morrison, no nos va a dar una simple historia de Batman, así que a lo largo de todo este Batman Saga, vamos a ir viendo como toda esta época va en in crescendo hasta llegar a Crisis Final, uno de los eventos de DC más difíciles de entender que ya comentaremos en un futuro próximo.
Imagen

Pero vayamos a la reseña del cómic que nos cita hoy. Esta es la continuación de Batman e Hijo, la cual supuso un gran cambio para el murciélago de Gotham, ya que por primera vez en la historia del personaje, este tenía un hijo biológico, surgido de un experimento raro que realizo la hija de uno de sus villanos más temidos, Ra´s Al Ghul. Pero bueno, como ya sabemos como terminó esa historia ahora vamos a comentar la continuación.

Evidentemente, ante la desaparición de su hijo y Talia, Bruce tiene que seguir con su vida, en la que Grant pone bastante énfasis en mantener la doble identidad, algo que no muchos autores suelen prestar atención. De hecho, tras mucho tiempo, el lector leyendo estas historias puede sentir los nervios de que en cualquier momento su identidad puede ser descubierta y todo acabe para Batman.

Durante este tomo Morrison va a tratar uno de los elementos que seguirá explotando en los tomos siguientes, y esto es recuperar a personajes propios de los años 50 de Batman, jugando así una vez más con el lore del murciélago y con la mente del lector que se pregunta si estas historias de verdad ocurrieron o son simples invenciones de Morrison.
De hecho, considero que la idea de estos personajes que reintroduce Morrison son un simple prólogo de lo que tenía planeado más adelante en su etapa con títulos como Batman: Incorporated.
Imagen

En esta historia se nos presenta por un lado toda una historia detectivesca en la que se involucra a este club de héroes, que están siendo cazados por alguien o algo llamado el Guante negro y Batman tendrá que averiguar mediante sus dotes de detective quien está detrás de estas violentas acciones. Sinceramente cuando estaba leyendo esto, no podía dejar de pensar que lo que nos había presentado aquí Morrison era un Cluedo en el mundo de Batman, cosa que funciona perfectamente, pero que no era más que el inicio de uno de los puntos claves que usa el autor para pivotar durante toda su etapa.

En la otra parte del tomo nos sigue desarrollando la trama de los 3 Batman de las pesadillas de Bruce, en las que ya descubrimos el origen de estos individuos y la mayoría de sus motivaciones. Dándonos unas claras escenas de acción que a parte de recordarnos a Knightfall nos recuerda a las historia de James Bond donde el personaje se escapaba en base a su inteligencia y no tanto a su fuerza.

Sin duda este es solo el principio de una de las mejores etapas del personaje y estoy con muchas ganas de reseñarla al completo, así que atentos que intentaré comentar semana tras semana las locuras de Morrison al cargo de Batman.
Reseña realizada por Juan Carlos García
El copyright de las imágenes de cada cómic o serie pertenecen a las correspondientes productoras y/o distribuidoras.