Hacía ya bastante tiempo que no realizaba ninguna reseña sobre Flash, así que ya va siendo hora de cambiar eso. Esta semana traigo una pequeña reseña sobre el segundo tomo de la etapa de Rebirth de Flash a cargo de Joshua. Lo diré una y otra vez, pero el trabajo que está haciendo este autor en la serie es colosal. Empieza con un muy buen nivel, como ya comenté en el primer volumen, es cierto que en la historia que traigo hoy decae un poco, pero es que después de un arco más, la serie no hace más que mejorar.
Como ya es costumbre, durante esta etapa se van a tocar muchos elementos relacionados con el evento de Renacimiento y el futuro Doomsday Clock. Para empezar se realiza un trato de personajes muy bueno y Joshua consigue diferenciar a la perfección las personalidades de Wally y Wallace. Mientras que en uno encontramos la experiencia, en otro encontramos la adrenalina de ser un adolescente con poderes. Un tema bastante recurrente durante esta serie es la confianza y la esperanza. Dos elementos que Wallace tendrá que ganarse y desarrollar.
En este tomo no vamos a encontrar a dos villanos cuyas motivaciones son un tanto pésimas, pero que por suerte no es el foco de atención de la historia, sino el desarrollo que ganan los personajes principales entre ellos.
Joshua va a volver a introducir elementos clásicos de Barry Allen, empezando una relación romántica con Iris, la cual desde siempre había sido una amiga. Además, por el aspecto superheroico encontramos ya como Flash/Barry y Kid Flash/Wallace, van confiando más el uno en el otro, dándonos escenas muy chulas de team up que llenan de color la serie.
Este es un tomo más cortito cuyo interés está para las personas que llevan siguiendo la serie desde el principio, ya que empiezan a asentarse las bases de futuros arcos argumentales, es un tomo de "paso".