Cómpralo en AmazonA lo largo de esta extensa etapa, hemos visto cómo Delano moldeaba y adaptaba el carácter de John Constantine hasta el punto que la fuerza del personaje se hacía más que evidente. Para Constantine, proteger su integridad es una máxima, el personaje, quiere hacer el bien, para él, el fin justifica los medios, si para proteger su identidad tiene que vender a su mejor amigo, lo hará, por el bien de la humanidad y por el suyo en primer lugar.
El personaje busca la magia como lo haría cualquier drogodependiente, para él, intentar parar a las fuerzas del mal es su idiosincrasia. Delano, nos enseña y nos narra que la magia no se puede utilizar de manera caótica, si no que surge en el momento adecuado, haciendo de John su adalid.
El autor, refleja en estas sus últimas páginas los ecos de la sociedad en la que el relato fue escrito, incluso haciendo crítica a la prensa sensacionalista y al mar de gente de la que se nutre, ubicando a nuestro personaje en una guerra entre republicanos y monárquicos, con una fuerte influencia de lo vivido tras la muerte de Lady Di.
Sean Phillips, suma al recrear la atmósfera adecuada en cada una de las historias en las que participa, siendo clara su evolución como artista en estas páginas. Si realizamos el ejercicio comparativo de sus primeras viñetas con estas últimas, nos daremos cuenta lo mucho que llegó a evolucionar a lo largo de esta gran etapa.
Hay un par de arcos o historias que brillan por encima de las demás en este volumen. En primer lugar, nos encontraremos con “El mago”, íntegramente dibujada y coloreada por el maestro Dave McKean, una maravilla visual, un deleite para nuestras pupilas que nos llevará por una introspectiva de la naturaleza del personaje y su personalidad desde antes de su nacimiento.
El broche de oro a la etapa, se da en la novela gráfica recopilada al final de este volumen, “Pandemonium”, donde Jamie Delano nos narra un viaje deslumbrante a lo largo de la mitología Iraquí en pleno conflicto del golfo pérsico. John, deberá enfrentarse a los antiguos Dioses de esta tierra inhóspita, de manera inteligente y al más puro estilo Constantine, con una partida de cartas en el infierno. El arte de “Pandemonium", corre a cargo del dibujante Jock, para mi, un artista descomunal que merece mucha más atención de la que tiene, demostrandonos su capacidad a la hora de aplicar un bicolor, cambiando su tonalidad dependiendo del momento o lugar donde se encuentra la acción, simplemente, genial.
Para finalizar, hacer mención también a la intervención de Eddie Campbell como guionista en un corto especio de tiempo, con el arco “Ideas retorcidas”, no desentonando para nada con el tono de la serie, haciendo de su historia de fantasmas ilustres, una historia muy entretenida e interesante, que nos deja con un sabor de boca agridulce por aquello de, ¿donde habría llegado si hubiera estado más tiempo a cargo de la serie?
Como bien podría haber dicho el amigo taxista de John Constantine, Chas, este tipo es un cabronazo adorable, sabes que te la va a jugar, pero no puedes dejar de admirarle y estar a su lado. John Constantine, Hellblazer.
