Sin duda esta serie no deja indiferente a nadie, Tom King y Mitch Gerads nos han dejado una de las series más aclamadas del universo DC en los últimos años.
King recoge el testigo del Rey, Jack Kirby, adentrándose en el Cuarto Mundo para darnos su particular punto de vista. No sabemos si la historia que hemos leído a sucedido en verdad o no, si es consecuencia del intento de suicidio de Scott Free en el primer número, o si la distorsión del universo es consecuencia de la ecuación de la antivida conseguida por Darkseid. Esta ambigüedad permitirá a la Editorial tomar o desechar aquello que quiera, o por el contrario apartar la serie sin que esta tenga consecuencia alguna.
Mr. Milagro es una serie de muchas capas, que reflexiona sobre la vida, los actos que realizamos y sus consecuencias. Tras acabar de leerla y reflexionar sobre ella, podemos pensar que se trata de un viaje espiritual, una aceptación del estatus de Scott Fee como Dios o un reto para Mr. Milagro en su faceta de escapista, adentrándose en el Cuarto Mundo, tal y como vimos en la visión del anterior número, donde Scott visualizaba superhéroes de un mundo pre crisis.
El viaje que se nos propone es una gozada, y la relectura obligatoria. El nacimiento de un hijo de Scott Free y Big Barda, su relación de amor, la desaparición de un gran puñado de personajes importantes, las visiones de sus espíritus, de mundos y escenas que parecen estar únicamente en la mente de Mr. Milagro, harán que este esté en constante lucha para mantener la cordura.
¡Madre mía Tom! ¿esto que ha sido?, mi primera reacción fue renegar de la serie, pero el poso que deja lo hace imposible. Tan solo una obra de altísimo nivel puede hacer que pensemos tanto en ella, una obra con diferentes puntos de vista, donde la gente comparte y debates sus ideas, una obra que nos hace interactuar entre nosotros, los lectores, traspasando las viñetas y acercándonos de manera inteligente a nuestros pensamientos más ocultos.
¿Y qué decir de Mitch Gerads?, no tengo palabras, para mi lo ha dado todo, se ha vaciado con su entramado de nueve viñetas hasta el final, regalándonos momentos que retendremos en nuestro corazón, ¡no podéis negarlo!, abrazos de amor espontáneos, lágrimas y miradas para el recuerdo, huevos de pascua por doquier y un sin fin de detalles que sería imposible enumerar en estas líneas.
¡Oooh madre mía! no me lo creo, escribiendo estas líneas me doy cuenta que estamos ante una obra descomunal de la que hablaremos largo y tendido durante mucho tiempo. Para bien o para mal, vaticinio que Mr. Milagro de King y Gerads es ya un clásico moderno.