Sirat al Bunduqiyyah o Fábula de Venecia es el nombre dado al dossier de las relaciones entre los agentes árabes de Venecia y los numerosos al-Qadi, jefes de la policía de Alejandría, relativo al robo de la “clavícula de Salomón”. Es una esmeralda mágica desaparecida en el siglo IX y relacionada con la llegada a la ciudad de los restos de San Marcos, patrón de La Serenísima República, hecho histórico y documentado, también de carácter novelesco.
Hugo Pratt, que pertenecía a una familia de venecianos sefarditas, conoce bien el archipiélago y comparte muchos de sus recuerdos infantiles en esta historia para desarrollar la trama en la que se ve envuelto el carismático marinero, Corto Maltés, y que indaga en los aspectos más esotéricos de la ciudad. El mismo firma la introducción a la obra, que denomina “La herencia de mi abuela” y, junto a fotos familiares, narra las vivencias de su infancia en las que se basa la obra. A continuación, Luigi Danesin, recocido Maestro della Gran Loggia dÍtalia escribe una reseña sobre distintos aspectos e iconografía masónica. Muchos de ellos han sobrevivido y son aún visibles en distintas partes de la ciudad, para quien sepa interpretarlos.
“El Barón Corvo, los holgazanes de Patita de Plata, los leones griegos, la piel de serpiente septentrional… los gatos, Venecia y yo. ¡Bonita adivinanza!”. Para desvelarla, Corto Maltés se verá envuelto en simbología masónica, logias, viejos rabinos, piedras y esculturas grabadas con extraños signos…y se dedicará “a jugar con recuerdos adormecidos en el polvo del pasado, con ritos mágicos, ritos de iniciación secreta, el tuyo es un juego peligroso”. Pero él mismo reconoce: “yo creo en las fábulas”. Y es justo lo que se necesita para perderse en las callejuelas, puentes, antiguas iglesias y olvidados rincones de la ciudad de los canales en busca de la mítica esmeralda, que puede llevar siglos escondida allí.
Hugo Pratt comenzó en 1967 las aventuras del apuesto, irónico y romántico Corto Maltés, hasta completar 29 historias sobre este personaje, que han retomado tras la muerte del autor. Pero dentro de todas las aventuras, la de Venecia es especial, por la íntima relación que une al autor con esta siempre enigmática y evocadora ciudad: “Siempre hay sombras deslizándose en nuestra Venecia nocturna”, igual que siempre hay antiguos enigmas por descubrir. Los misterios y las fábulas escondidos a lo largo de siglos entre las piedras de esta ciudad son infinitos, como bien sabe el que allí creció y que ha querido compartir con nosotros, en alguna medida, en estas viñetas.