Si el segundo tomo de DMZ ya te atrapa para siempre, este tercer volumen sitúa a DMZ en el panteón del cómic USA. La serie de Brian Wood y Riccardo Burchielli no hace más que crecer exponencialmente, y teniendo en cuenta que el nivel del primer volumen ya era alto, esto, es mucho decir.
Iniciaremos el tomo con el arco argumental ‘Sangre y fuego’ y la aparición de un personaje tan carismático como Parco Delgado.
La ONU, los Estados Unidos y los Estados Libres, pactan un alto el fuego en pos de unas elecciones para la ciudad de Nueva York, unas elecciones que ayuden a traer estabilidad sobre el terreno. Claro está, los candidatos son escogidos concienzudamente por todos los bandos, pero la sorpresa salta cuando un candidato popular residente en la DMZ se postula bajo el nombre de "Nación Delgado". Este candidato no es otro que Parco Delgado, carismático y popular, al más puro estilo Hugo Chávez, el Che Guevara o el activista norteamericano Al Sharpton.
El candidato que salga elegido obtendrá un gran poder, por lo que pararle los pies a Parco Delgado será el objetivo número uno de los demás competidores. Teniendo en cuenta la inestabilidad del terreno, en zona neutral de guerra, podréis imaginaros que esta candidatura traerá unas consecuencias terribles que marcarán el devenir de los futuros acontecimientos.
También aparecerá en escena un personaje inesperado, la madre de Matty, que se convertirá ipso facto en la consultora política de Delgado, para más inri de nuestro protagonista.
La aparición de este personaje tan impactante en la historia, lo revolucionará todo, quedando Matty embelesado por lo que representa Parco para la ciudad, un punto de luz al final del túnel. Consecuencia de ello, Matty dará el paso inevitable que a estas alturas estábamos esperando, aparcara su cámara y cogerá las armas, iniciando así una nueva etapa en su vida de la que Zee no querrá formar parte.
El ELL en un segundo plano, Willson desde China Town y la multinacional Trustwell, seguirán avanzando en sus tramas, añadiendo consistencia e intriga en cada uno de sus movimientos.
Los movimientos táctico-políticos se irán tejiendo poco a poco y viejos fantasmas reaparecerán para traer una sombra alargada y difícil de digerir en la DMZ. En este momento de la trama, la sensación de entrar en un punto de no retorno para nuestros protagonistas y para la ciudad, es inevitable.
Para finalizar, quisiera hacer mención al último arco argumental del volumen, ‘Sin Futuro’, que tiene como protagonista a un completo desconocido para nosotros, pero que enlaza con actos acaecidos en el pasado. Para mi, este arco argumental dibujado por el artista Ryan Kelly, contiene el espíritu de la serie, demostrándonos la crudeza de una realidad que se vive en muchas partes del mundo y que gracias a nuestra burbuja de cristal, no somos capaces de verla.
DMZ es una crítica profunda a la actitud de los países occidentales, a sus gobiernos y a sus empresas privadas. DMZ es un grito a la hipocresía de occidente.