No estamos acostumbrados a ver artistas de la BD realizando trabajos para el mainstream superheroico norteamericano, ya sea en Marvel o en DC no es habitual deleitarse con el arte de estos maravilloso artistas. Afortunadamente de vez en cuando los astros se alinean para que esto ocurra, en esta ocasión gracias a la colaboración entre la Editorial Francesa Dargaud y la Norteamericana DC Comics, podemos disfrutar de uno de los mejores cómics de Batman realizado en los últimos años según la crítica especializada.
El autor completo Enrico Marini toma el mando de este proyecto para traernos una historia de Batman con un argumento simple pero eficaz. Marini construye al personaje con toda la libertad que se puede tener haciéndose cargo de un icono como este. Lo primero que uno piensa cuando tiene un juguete como Batman entre sus manos es: ¿Qué villano debo utilizar si solo puedo contar una sola historia?, la respuesta es fácil ¿no?, el Joker, el payaso loco, el rey del crimen. Marini recrea al Joker de una manera excelente, su forma de comportarse y moverse por las viñetas nos recordará mucho al ya emblemático Joker de Heath Ledger, que realizó una interpretación icónica en la trilogía del Caballero Oscuro de Christopher Nolan.
La conocida faceta de playboy que recrea nuestro héroe cuando se disfraza de Bruce Wayne, en ocasiones le ha jugado malas pasadas, es por culpa de esta faceta que se hace pública la paternidad de una supuesta hija ilegítima por parte de Bruce. Por otro lado nos encontramos al Joker celebrando el cumpleaños de Harley Quinn, aunque la celebración no ha salido todo lo bien que se esperaba. En un momento de tranquilidad mirando la tele en el sofá, Harley se encapricha de un collar valorado en cincuenta millones de dólares, denominado “El Gato Azul”.
Para hacer feliz a Harley, el Joker se las ingeniará para extorsionar a Batman y hacer que este consiga el collar por él. Tras persecuciones, puñetazos y escaramuzas llegaremos al final de la trama, donde en la última página nos aguarda el giro final con una splash page espectacular, que dejaré que disfrutéis y juzguéis por vosotros mismos.
En el apartado gráfico Marini destaca por encima de todo, dando una estética visual excelente, tanto en personajes como en escenarios, Gotham City cobra vida bajo sus lápices. Pero aún hay más, si hay algo que destacar por encima de todo, es el color, al menos en mi opinión, ya que Marini y sus acuarelas hacen maravillas, aplicando unos tonos ocres muy acordes con la estética de la ciudad.
Por mi parte me encantaría ver más colaboraciones entre editoriales Norteamericanas y Europeas, esperemos que esto no sea flor de una sola noche.