Señores, Jason Aaron y R. M. Guéra lo vuelven a hacer.
Tras deleitarnos con Scalped, ésta vez se meten en terreno blíbico contándonos la sanguinaria existencia de Caín, hijo de Adán y Eva, que trajo la desgracia al mundo al matar a su hermano Abel.
Ahora vaga por la tierra, llena de bárbaros asesinos, ladrones y caníbales buscando la muerte, sin encontrarla, matando a quien sea que se ponga por delante (sea hombre o monstruo) y sin importarle la existencia de nadie.
Sólo quiere morir y librarse de su maldición de inmortal.
Hasta que encuentra a una madre que ha perdido a su hijo, raptado por Noé, que busca la salvación de la Tierra ante el anuncio del diluvio.
Caín encontrará algo por lo que luchar y vivir y se enfrentará a Noé, que por otro lado le quiere muerto para no corromper su nuevo Edén.
Aaron se sirve del creacionismo para conformar una brutal historia de odio, violencia y desesperanza, con escenas realmente cruentas (gores incluso) donde nos muestra los instintos más bajos, crueles e inmundos del ser humano.
Y si Dios creó al hombre a su imagen y semejanza, ¿no es igualmente culpable?
Acompañado de nuevo de ese sucio dibujo de Guéra tan característico, reflejando la miseria, la suciedad, la barbarie, la mugre... y que tan bien les va a éstas historias ominosas igual que Scalped.
Incluso parece superarse con respecto a ésta.
Cuando éstos dos se juntan salen bestialidades.
Y en el sello Image. Increíble el catálogo que saca ésta editorial.