Reseña de Shi #1. Al principio fue la ira

Serie: Shi
56 páginas. Cartoné
por Tata | 11 de marzo de 2019
En el contexto histórico de un imperio británico que se cree todopoderoso, que desprecia a las colonias y que ignora que pronto llegará a su fin, ve la luz Shi, una historia contundente sobre tres víctimas de un sistema social implacable, donde la justicia es arbitraria y siempre la imparte el más fuerte.

Por un lado, una clase alta corrompida por los vicios, el dinero y el poder. Por otro, tres mujeres, de edades y características totalmente distintas, que se ven unidas por la desgracia, la humillación y, después, por las ansias de venganza: una niña desdentada y pobre que mendiga un chelín, una chica de la alta sociedad que empieza a liberarse de los prejuicios, moderna, interesada en los nuevos avances tecnológicos como la fotografía y una mujer japonesa, víctima por su condición de mujer, de extranjera y carente de medios.

Zidrou (Lydie, La piel del oso) ha elegido para iniciar esta historia 1851, año la primera Exposición Universal, en un Londres efervescente en el que el progreso parece no tener límites. Pero es un progreso y un bienestar que no alcanza a todas las clases sociales. El guión plasma de forma rotunda la sed de venganza desencadenada por la frustración, sangre y lágrimas vertidas innecesaria y gratuitamente por unos seres desamparados, que no pueden decidir sobre su propia vida ni su propio futuro, víctimas de la avaricia y de los juegos de poder de una sociedad hierática. Las protagonistas van perdiendo ropa a medida que van perdiendo seguridad hasta terminar semidesnudas, sin ningún tipo de esperanza en el destino, la desnudez más absoluta del que está vendido y humillado, y que deja al descubierto un misterioso tatuaje que se adivina fundamental en la siguiente entrega.

Todo contado a través de una narrativa muy dinámica, con elipsis que agilizan la historia, con saltos en el tiempo y, sobre todo, con preguntas sin respuestas, historias no resueltas y una necesidad de justicia y escarmiento mantenidas a través de los siglos que pide a gritos una segunda parte que aclare el triste futuro las protagonistas.

Por su parte, Homs (Millenium, El ángelus) nos dibuja un Londres brumoso de callejones oscuros habitados por desahuciados, borrachos y niños vagabundos. Mujeres voluptuosas, hombres muy bien caricaturizados, carros de caballos, perspectivas imposibles… junto a los interiores espectaculares de la gran exposición, de las mansiones de los ricos, los que manejan el dinero, el poder, la policía y la justicia. Complemento perfecto para dar forma a una historia aún más cruel por lo que tiene de verosímil.
Reseña realizada por Tata
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