Reseña de Ciencia Oscura #7. La extinción es la norma

Quien haya leído Fear Agent, sabrá que Rick Remender es un amante de la ciencia ficción y el Pulp. En Ciencia Oscura, el autor norteamericano nos lo vuelve a demostrar, esta vez junto al dibujo del Italiano Matteo Scalera.

Nos encontramos ya en el volumen 7 de la serie, aunque la sorpresa inicial y los saltos dimensionales que nos transportaban a diferentes mundos fueron diluyéndose a medida que la trama iba avanzando, la historia de la familia Mckay sigue manteniendo un muy buen nivel. Quizá no es la mejor historia del autor, quizá se redunde mucho en la misma idea intrínseca, o quizá, los que hemos llegado hasta aquí simplemente somos amantes del género, pero lo que está claro, es que llegados a este punto, vamos a acompañar a la familia McKay hasta el final.

Grant McKay invento la maquina para realizar saltos dimensionales a través del multiverso, con la finalidad de erradicar cualquier mal o enfermedad, aunque muy posiblemente no lo habría hecho si el resultado final no agrandará su ego. Pero jugar a ser Dios tiene sus consecuencias, algo salió mal.


El multiverso comprendido en forma de cebolla, donde el universo primario (el nuestro), es el eje central y se dispersa y/o multiplica en forma de reflejo, creado de esta manera múltiples mundos paralelos, a sido perforado. Las amenazas de los diferentes universos campan a sus anchas destrozandolo todo y aniquilando cualquier vestigio de humanidad.

En volúmenes anteriores, hemos podido ver como Grant, el científico más brillante y con mayor ambición de la humanidad, ha perdido su inteligencia, sacrificando esta por la salvación de su familia e iniciando de esta manera el camino de la redención. Su soberbia, lo ha convertido en el mayor villano que jamás ha tenido la humanidad, ahora, desprovisto de su don más valioso, Grant quiere reconducir la situación valiéndose de aquello que carecía a la hora de tomar las grandes decisiones, corazón.

Leyendo estas páginas, podemos intuir que el gran final se aproxima. Remender nos coloca en la casilla de partida para su desenlace, y si no es así, debería serlo, ya que esta trama no puede o no debe estirarse mucho más.


Matteo Scalera en el apartado gráfico y Moreno Dinisio al color, nos regalan escenarios y personajes inverosímiles con un estilo y estallido de color digno de mención. Sin lugar a duda, el arte es una de los apartados más interesantes de la serie, simplemente el hecho de contemplar sus páginas hace que el más reacio sienta curiosidad.