En 1993, tras las influencias de obras como Watchmen, Dc le pidió a James Robinson que realizara alguna obra similar a esta y que tuviera tintes "ground" como lo hizo la renombrada obra de Alan Moore. Gracias a esta iniciativa perteneciente al sello de Otros Mundo, Robinson, junto a Paul Smith y Ory, fueron capaces de crear lo que a día de hoy considero una de las mejores historias de este sello editorial y toda una carta de amor a la golden age y al relevo generacional.
La historia comienza con una narración sobre los héroes sin capa de la segunda guerra mundial, al menos, así se les considera. Por otra parte tenemos establecido que en este universo los superhéroes no pudieron participar en la guerra por mitos diferentes, por un lado nos hablan de que Hitler era poseedor de la Lanza del Destino, o de un superhombre con la habilidad de anular los poderes de los demás supers, acto que casi hace que mueran muchos de ellos. Lo cierto es que eso es historia y la real pregunta que se nos hace al principio de la lectura es ¿A dónde fueron los superhéroes?
Robinson consigue crear un ambiente de misterio en el que mientras estos héroes se "esconden" o más bien, se retiraron, aparece un héroe antiguo, que reniega de la jubilación y pretende acabar en política.
La edad dorada es una historia en la que Robinson va cocinando a fuego lento la trama de la historia, que realmente es muy simple: alguien es quien no parece ser y nuestros héroes tendrán que pararlo. Al hacer que una trama sea muy simple, te permite profundizar y desarrollar a todos los personajes de la historia. Se le permite hacer de esta forma, casi un estudio de personaje con cada uno de ellos.
Es muy parecido a Watchmen, pero en este caso tenemos a personajes antiguos, como Alan Scott, el primer linterna verde, que nunca dejará de luchar por los demás, lleve anillo o no. O incluso Jonny Quick, el velocista que a todo el mundo le cae bien pero que desde que dejó de ser un héroe no ha conseguido vivir como tal, sí, tiene sus proyectos, pero lleva mucho tiempo sin sentir algo que le apasione.
Esta es una lectura perfecta para cualquier fan de DC que quiera conocer un poquito como es la personalidad de estos personajes o antiguos fans de la JSA que quieren ver a sus personajes en otro tipo de campo de juego.
Depresión post vida heroica, traumas, espías, política, planes tontos de super villanos clichés que hacen que esta historia sea muy entretenida y pueda aportar distintos niveles de lectura. Es una obra que considero que debería de leerse varias veces a lo largo de la vida. Es una historia que en un principio, cuando la lees puede ser la típica historia superheroica pero que con el tiempo puede ser interpretada de una amplia variedad de formas.
El arte de Paul Smith solo engrandece mucho la historia que tenía en mente Robinson, que junto a los colores de Ory, alcanzan la narración perfecta del cómic de superheroes. Un dúo artístico que se coordinan a la perfección y de los que podríamos hablar largo y tendido sobre los recursos artísticos que realizan en la obra, pero eso ya sería sobreanalizar la obra y tampoco busco eso.
Así que recordad, JSA: La Edad de Oro puede ser una historia perteneciente al sello de Otros Mundos, pero es además una carta de amor a los personajes de la Edad de Oro y al relevo generacional.