Regreso a mi querida grapa de ‘Las aventuras de Batman’, reina de la nostalgia, en esta ocasión con guión de Kelley Puckett y dibujo de Mike Parobeck.
Tomando como base el cuento de hadas de Jeanne-Marie Lepince de Beaumont ‘La Bella y la Bestia”, clásico adaptado y encumbrado por la factoría Disney, Rick Burchett nos ofrece un
relato sencillo, muy semejante a la historia anterior con Killer Croc pero de un nivel inferior.
Un ladrón conocido como “El hombre invisible”, no por su capacidad incorpórea si no por la capacidad de no dejar rastro alguno, está poniendo en Jaque a la policía de Gotham. El comisario Gordon ha desplegado el mayor contingente policial que haya visto la ciudad, pese a ello, no hay pista alguna que pueda dar con la identidad del desconocido ladrón, es por esta razón que Batman se verá obligado a desenmascarar al malhechor, y de paso, echar una mano a su buen amigo en pos del bien público.
Mientras tanto, Summer Gleeson, reportera, anda detrás de un reportaje que la encumbre al Pulitzer, centrando todos sus esfuerzos en “El hombre invisible”, cosa que le llevará a toparse con una banda de delincuentes y a ser salvada in-extremis por un hombre atractivo y misterioso.
Claro está, que ese hombre es algo más de lo que su aspecto indica, y que su agilidad y fuerza no son fruto de la casualidad. Pero si queréis saber quién se esconde detrás de ese rostro tan bello y de los atracos sin resolver que has sucedido por toda la ciudad, deberéis haceros con esta grapa.
En su última página, entreveremos que Batman no está aquí para destruir a sus enemigos, si no para cuidar de Gotham y sus habitantes, incluso cuando uno de esos habitantes no hace del todo lo correcto, pero, ¿quién es el murciélago para entrometerse en el amor?
En lo referente al dibujo de Mike Parobeck, hace su función, pero no es lo mejor que ha pasado por la serie.