Reseña de Piruetas

Ha pasado mucho tiempo desde que llegó a mis oídos la calidad de esta obra, galardonada y alabada por la crítica en múltiples ocasiones. Pero como ya sabemos, premios y críticas positivas no son siempre sinónimo de fascinación por nuestra parte, ya que con el tiempo, cada lector agudiza su paladar hacia sus gustos. En esta ocasión, he de decir que la obra me a gustado mucho, pero no al nivel tan elevado que cabría esperar, pese a ello, su calidad artística, es incuestionable.

Tillie Walden con un estilo narrativo muy destacado, nos relata el paso de su infancia a la edad adulta. Su forma de narrar es pausada, pero con una fuerza emocional fuera de lo común para alguien de su edad, lo que nos indica claramente que Tillie Walden goza de un talento descomunal que ejerce de manera natural y trabajada.

Desde muy temprana edad, Walden ha practicado patinaje artístico y sincronizado a nivel profesional, la amabilidad que encontró en sus primeros años, se tornaría en un régimen disciplinario de primer nivel, que más tarde, se apaciguaría con el traslado de su familia desde New Jersey a Austin, Texas. Pero lo que pueda parecer una infancia de sacrificio deportivo, se torna en un refugio ante el bullying escolar, carencia de afecto familiar y tendencia sexual, no aceptada de manera natural en gran parte de la sociedad norteamericana.

Y precisamente esto, el despertar sexual de la autora, es lo que más a centrado mi atención en la lectura. Ser consciente de su atracción por las mujeres desde una temprana edad, su temor al rechazo y el relato de su primera relación, han despertado en mí un sentimiento de ternura y tristeza profunda, al reconocer en cada una de las viñetas, una sensación de soledad y terror, ante una sociedad carente de libertad y empatía.

Pero el mensaje es profundo, la valentía y seguridad que posee Tillie Walden es la pieza clave a destacar. El saber qué es lo que se quiere y aún más importante, lo que no se quiere, su paz y su lucha, es un ejemplo para todos. En un apartado de la vida, donde la toma de decisiones determina nuestro carácter y futuro, Tillie Walden, avanzó dejando atrás lo que se esperaba de ella y abrazó aquello que sabía que la haría feliz. Para aquellos que os encontréis ante esta etapa crucial de vuestras vidas, tomad ejemplo, porque el futuro es el presente, el presente es el camino escogido en el pasado y el pasado determinará vuestro futuro.

Por último, por si no habéis reparado en ello, os invito a observar la portada de la obra, la postura de Tillie, su rostro y mirada, en contraposición a sus compañeras, juzgad por vosotros mismos.