Arale es un lugar de difícil acceso en el que se ha extraviado el zar de Rusia, en esta historia en la que los bolcheviques fueron derrotados y el zar capaz de mantener su poder como cabeza del Imperio. Es, claro, una ucronía, una reconstrucción inventada de la historia, en la que el oscuro Rasputín, a la cabeza de una cohorte de magos, dirige en la sombra los designios de este enorme país.
Preguntarse “qué habría pasado si…” puede parecer estéril, aunque puede también dar lugar a reflexiones interesantes. Según estos autores, no parece que, al final, el devenir del pueblo ruso haya sido tan diferente: seguimos asistiendo a la cruel contraposición entre la figura del líder, ya sea del partido Comunista o del zar, y una masa que pasa hambre y frío, cuya vida no tiene valor y debe ser sacrificada por la patria, inútilmente. Guerras interminables que engullen a los jóvenes, bosques nevados teñidos de sangre, energías ancestrales y mitos eslavos resucitados, ruinas, científicos brillantes atrapados en la burocracia, ejércitos que se rearman una y otra vez…
La historia transcurre entre la realidad y la ficción y está muy bien contada, porque, al final, el mundo de los sueños y el de la vigilia se acaban entrecruzando, lo que da alas también al dibujante para exhibirse. Ambos autores ya han trabajado en cómics de corte histórico, Tristan Roulot en El legado del ron y Dennis Rodier en La Bomba, sobre el periplo científico que concluyó en la creación de la primera bomba atómica, y en la que desarrolla un trabajo espectacular. Pero, frente a esta obra magistral, de casi 500 páginas, Arale es una historia corta, muy dinámica y con mucha miga.
Aunque está ambientada a principios del turbulento siglo XX, constituye un retrato válido para la Rusia hoy en día, que sigue debatiéndose entre cómo lograr la unidad de tan extensos territorios con pueblos, lenguas y religiones tan diversos, cómo permanecer en un lugar preeminente en el mundo y mantener la paz; o cómo integrarse en la modernidad sin perder su esencia, sus creencias y sus mitos, porque en el fondo saben que la bruja Baba Yaga acecha desde su cabaña en mitad del bosque y los sueños a veces son tan reales que nos atrapan…