Batman tuvo que hacer uso de todas sus habilidades detectivescas para tratar de detener a un eficaz asesino en serie con base de operaciones en Gotham City. Criminal que, a diferencia de buena parte de sus enemigos, operaba con sigilo y discreción, sacando provecho del anonimato. A su vez, el Caballero Oscuro cerró el caso relacionado con la droga Ícaro, interviniendo en la dramática sucesión de acontecimientos que a buen seguro condicionará el futuro de Annie Águila.