Hace seis años, Bruce Wayne regresó a Gotham City para emprender su carrera como justiciero, decidido a evitar que cualquier otro inocente corriera la misma suerte que sus padres, aquella aciaga noche en el Callejón del Crimen. Centrado en el perfeccionamiento de las habilidades que le permitieran desarticular la banda de Capuchas Rojas, no previó cómo afectaría su reaparición a Empresas Wayne: un renovado emporio liderado por su tío Philip, quien se beneficia de los inquietantes consejo